domingo, 19 de abril de 2009

XP swinger

Anoche fuimos con mi mujer a Anchorena, un boliche swinger, nos pusimos a hacer cuentas y es la 6ta vez que vamos. Es una cantidad respetable de veces aunque vamos de forma bastante espaciada. En próximas entradas al blog contaré las experiencias anteriores.

Esta fue la peor de todas lejos... estaba llenísimo de gente. Yo fui con un leve dolor de cabeza que con el calor se hacia bastante molesto y poca gente de veintitantos que es por donde andamos nosotros. El problema con esto es que realmente salimos muy cada tanto a un boliche swinger y nuestra experiencia anterior había sido buenísima, por lo que fuimos recalientes y con muchísimas expectativas, aunque dijéramos que no debíamos tenerlas para no decepcionarnos.

Llegamos un poco antes de la 1 y todavía no había mucha gente, por lo que nos quedamos en la pista de baile mirando los videos que pasaban, hasta que llegara mas gente. A mi particularmente no me gusta llegar tarde, porque te permite ir acostumbrándote de a poco a como va a venir la noche. Ya para las 2 el boliche estaba lleno e hicieron un show de baile del caño, el show fue mas atlético y malabaristico que sensual, a pesar que quedó totalmente desnuda. La chica tenía unos bíceps y tríceps que me dieron mas ganas de anotarme en un gimnasio que ir a coger.

Terminó el show, que habrá durado unos 7 minutos, y la gente salió en masa hacia los reservados. Para esa hora ya estaba todo lleno y seguía llegando gente sin parar. Nos la pasamos subiendo y bajando escaleras para encontrar un lugar donde acomodarnos, pero o todo estaba tan lleno que no se podía pasar, o estaba desierto porque el aire acondicionado estaba al máximo y la temperatura ambiente estaba en -5 grados. Por un momento nos instalamos en un lugar donde tienen acceso los solos... primero no había demasiada gente, después empezaron a entrar flacos y no paraban, todos con cara de querer desesperadamente recuperar la inversión realizada, salimos corriendo.

Resumiendo, no logramos pegar onda con nadie o acomodarnos tranquilos en algún lugar para esperar que pasara algo. Perdimos todo tipo de ganas en el amasijo de gente. En el viaje de vuelta no logramos cruzar una palabra positiva de la noche.

Fue casi un milagro que cuando llegamos a casa nos diera ganas de hacer el amor, logramos sacarnos toda la mufa que teníamos encima, olvidarnos de lo incómodos que estuvimos y disfrutar el resto de la noche como si no hubiese pasado nada.

Esta vez, más fue menos. Y menos era lo que necesitábamos.

1 comentario:

  1. Estimado Mago cocinero: cual seria el dia adecuado para ir con mi mujer (linda rubia de 35)al Anchorena sw??. Queremos ver y calentarnos sin intercambio. Sugerencias??Desde ya muchas gracias. Tomas.

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